El whisky macallan es, probablemente, el mejor whisky del mundo.

En 1824, Alexander Reid fundó, en el norte de Escocia, la destilería Macallan.

Parte de las cualidades que tiene este "Scotch" se dan gracias al fértil suelo donde se cultiva la cebada (variedad Minstrel).

El agua que se utiliza en su destilación proviene de los arroyos subterráneos de la finca Macallan. Este agua contiene la cantidad idónea de minerales y sales para que la levadura fermente el azúcar.

Los alambiques, de 3 900 litros de capacidad, son los más pequeños de Speyside. Precisamente, su tamaño y forma hacen que el espirituoso entre en máximo contacto con el cobre, lo que le da esos ricos sabores afrutados tan característicos del whisky Macallan.

Este es el momento más importante de la destilación: tan solo el 16% de la destilación final se retira del proceso para su maduración en barrica -el 'corte'-: "lo mejor de lo mejor".

Desde el bosque hasta la bodega, la madera con la que se fabrican las barricas y el cuidado que se pone para su selección son clave en el proceso. La mayoría de las botas son fabricadas en España, con roble de la cornisa cantábrica, y rellenadas con jerez durante meses. El resto de las barricas son de roble americano.

El roble aporta al whisky ese toque que distingue a la marca por sus sabores, aromas y colores naturales -desde el roble claro hasta el caoba oscuro- y sin necesidad de utilizar colorantes de caramelo. Así, el producto es llamado según su color: Amber, Sienna o Ruby.

Las botas fabricadas en España aportan aroma y sabor a frutos secos, especias, chocolate y naranja. Antes de rellenarlas con el nuevo espirituoso, estas botas contienen jerez durante 18 meses y, si están listas cuando se cosecha la uva, también contienen mosto, lo que impregna la madera con un aroma característico.

El roble americano aporta aroma y sabor a cítricos dulces, vainilla, especias suaves y roble ligero.

Las botas que han contenido bourbon durante 8 años son utilizadas para obtener sabores y aromas a cítricos dulces, a coco y a roble.

Gracias a estos factores y a la alquimia del gran maestro, Bob Dalgarno, Macallan consigue producir series que, año tras año, tienen la misma consistencia:

Serie Sherry Oak
Serie Fine Oak
1824
Fine & Rare
Lalique