Los expertos en la materia separan las diferentes clases de whiskies en tres subgrupos. Por un lado los americanos, dominados principalmente por el bourbon, por otro los escoceses de corte más refinado y elegante, y finalmente los procedentes de otros lugares, que por sus características peculiares heredadas del terruño propio de cada país, los ingredientes autóctonos y los procesos productivos irreproducibles en otros lugares forman un grupo heterogéneo y variopinto.
Cada uno de estos whiskies debe ser evaluado única y exclusivamente dentro de su grupo, pues no tiene mérito ni argumento que la sostenga, la comparación entre bebidas que poco o nada tienen que ver entre sí.
Así pues comenzamos por destacar el bourbon Blanton's Original, cuya cuna se encuentra en el estado de Kentucky. Es considerado por muchos uno de los mejores whiskies del mundo, pese a que existe gente que halla su distintivo regusto con reminiscencias de caramelo y vainilla poco agradable.
Le sigue uno de los más conocidos entre los neófitos del buen beber, el aclamado Jack Daniel's no es famoso sin razón. Se trata de un whisky con larga tradición y arraigo, además de una historia rica que comenzó en Tennessee en 1875. Una elección adecuada cuando uno se encuentra fuera de su zona de confort.
Sin duda la guinda del pastel se la lleva el whisky seco de centeno Thomas H. Handy Sazerac, ganador declarado del segmento de whiskies americanos del certamen organizado por el programa World Drink Awards (Premios a las Bebidas del Mundo). Se trata de un whisky lleno de vigor, dulce pero potente a la vez, regusto ligeramente mentolado pero de sabor cercano al de la cereza por lo general, con matices de roble añejo entre otros debido a su maduración extrema en este tipo de soporte. Sin duda una marca de whisky a tener en cuenta.
En el grupo de whiskies escoceses destacan conocidas marcas de whisky como Cardhu, Chivas Regal, Cosa Nostra, Franciscan Caneco y un largo etcétera. El número de destilerías que han existido a lo largo de la historia en Escocia es difícil de delimitar, en cualquier caso la producción ha sido prolífica.
Cabe destacar dos marcas de whisky por su especial importancia. En primer lugar Macallan, un whisky escocés que se alimenta, crece y envejece en toneles de jerez procedentes del mismísimo pueblo de Jerez. En segundo lugar, el Glenlivet, considerado por la mayoría como el whisky escocés por antonomasia, a todas luces una bebida espléndida digna de tales elogios.
Finalmente, mencionar algunas marcas procedentes de otros países y que bien vale la pena probar para tener una comprensión general, más profunda y con perspectiva del mundo del whisky. ¿Nuestras recomendaciones? El Crown Royal canadiense, el Hibiki de 21 años nipón y el Lark australiano. Un espectáculo de sensaciones incluso para los más veteranos degustadores.